domingo, 28 de noviembre de 2010

¿A quién beneficia Wikileaks?

No podré entender jamás porque el Ecofin se reúne con carácter extraordinario, premeditación y alevosía para resolver lo obvio. ¿Era necesario aumentar el clima de inestabilidad?. Nadie, a estas alturas, cuestiona que Irlanda se encuentra en la cuerda floja pero, incluso, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, no ha podido decirlo más claro en su artículo de El País al referirse a la crisis con un titular tan elocuente como, tristemente, cierto "Comerse a los irlandeses".

Sin embargo, la agenda-setting pudo más en una tarde de domingo con comicios catalanes que nos hizo sufrir con el coqueteo de la ultraderecha xenófoba salpicada del tsunami Wikileaks. La avalancha informativa se ha convertido en una inmensa bola de nieve que, al parecer, arrasará todo lo que se cruce en su camino. La sobredosis de datos en una misma entrega provoca un dispersión porque no es fácil asimilar el alcance y evaluar la importancia de cada documento en su justa medida y con elementos que permitan efectuar un análisis de la ingente cantidad de datos que ha llegado, de repente, a nuestras manos.

La primera reflexión tras ojear la información es preguntarme porque el 'garganta profunda' que ha decidido filtrar los documentos secretos ha elegido este momento de la historia en el que el sistema financiero mundial aparenta un derrumbe que ahoga a la clase trabajadora de todo mundo y la obliga a pagar los platos rotos de un sistema financiero corrupto. ¿Se trata de hundir al Gobierno made in Usa? ¿a Obama?.

En cualquier caso, en nombre de la libertad de expresión y de la transparencia informativa la prensa no ha tardado en publicar a los cuatro vientos el que será el mayor escándalo de principios del siglo XXI. Y, ¿ahora qué?. Muchos podremos confirmar con datos aquello que durante años hemos sospechado pero que no podíamos demostrar. ¿Quién va a obtener beneficios de este alboroto global? El tiempo lo dirá mientras leeremos con avidez los papeles que un día fueron vetados y herméticos.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Una cosa está clara, no se trata de rumores, ni de hipótesis, los documentos están ahí, son auténticos, y en este caso prueban la hipocresía, la falta de honestidad, y el incumplimiento de la ley, por parte de un gobierno, el de EEUU. Ellos no lo niegan, pero en lugar de asumir responsabilidades, tratan de matar al mensajero.
De verdad, que a mí, todas estas cosas me hacen perder la fé en el ser humano. ¿Acaso las personas tan solo somos honestas cuando nos están mirando? Espero que no todo el mundo piense eso y que aún nos quede un rayo de esperanza.

Josep (Barcelona) dijo...

ei, hola, voldria contestar la teva reflexió, però no me'n recordo del nom. Però cada cop em sento més i més petit, més impotent, més sobrer.
La ètica i la estètica, semblen dos conceptes que només els entenen quatre arreplegats en aquest món. Si es publiquen o no uns papers, trobo que és accesori, per que tots d'una manera o altra sabem com funciona el món. Sabem que fan i que deixen de fer. El subterfugi de les proves plausibles, només és un subterfugi, si jo mato un senyor al carrer, per molt que no ho puguin demostrar, l'home esta ben mort. No cal cap paper per veure el que ha passat.