Tras la controversia suscitada en torno al libro de Pilar Urbano la Casa del Rey explica, en un comunicado, que la periodista pone en boca de la Reina unas afirmaciones que no corresponden con exactitud a sus palabras y tampoco reflejan su respeto y neutralidad frente a asuntos objeto de polémica.
Sin embargo, Pilar Urbano defiende la posición contraria. Es obvio que una de las partes ha cometido un lapsus por no callar o por hablar. Mientras este hecho genera un claro desgaste en la imagen de la monarquía, la de Pilar Urbano sale beneficiada.
No obstante, los españolitos de a pié vivimos atónitos y perplejos ante un nuevo debate estéril que en esta ocasión versa sobre la neutralidad no escrita pero obvia que se presume deben mostrar los miembros de la Casa Real.