domingo, 27 de julio de 2008

El sueño de mi vida

Enhorabuena a Carlos Sastre por triunfar en el Tour de Francia de 2008 pero mi más sincera felicitación por conseguir uno de los retos que todos aspiramos a ver realizado alguna vez a lo largo de nuestra existencia: hacer realidad un sueño.

El titular más repetido en prensa on y off-line en alusión a la victoria de Sastre en París es todo un poema en la más precisa acepción de la expresión: "Ahora sí que he logrado el sueño de mi vida", dijo el ciclista galardonado.

El arco iris de la palpable onírica felicidad que traslada al ser humano a una experiencia vital breve pero intensa y satisfactoria es lo que debe de haber experimentado el triunfador del Tour de Francia.

Por suerte, quién escribe ha visto convertidos en realidad algunos pequeños sueños; me aterraría ver el sueño en mayúsculas de mi vida a mi alcance porque significaría que difícilmente volvería alcanzar un reto tan importante.

No obstante, las declaraciones de Sastre me han sorpendido porque ha osado ser rotundo y definitivo. ¿Qué le queda a uno por conseguir después de pasear con las estrellas en el firmamento del éxito?. Puede que regresar a la tierra para disfrutar de los placeres mundanales más accesibles.

3 comentarios:

Miguel dijo...

Mi opinión acerca de los "sueños de nuestra vida" es que no podemos concentrarlos en un solo sueño, por grande que este sea. Además, en mi escala de valores, los grandes sueños no tienen que ver con gestas deportivas, sino con alcanzar el amor de otras personas: Tus padres, tus hijos, tus hermanos, tu pareja, tus amigos.. (Y no creáis que es tarea fácil).
En cualquier caso quiero felicitar a Carlos Sastre por todos los esfuerzos que ha tenido realizar para llegar a ser ganador del prestigioso Tour de Francia.

Anónimo dijo...

Me alegro muchísimo volver a leer las opiniones de Miguel.
Miguel y Pepa, ambos teneís razón. Los sueños de la vida son infinitos, son pequeños logros que vamos acumulando a lo largo de ella y que afin de cuentas nos aporta felicidad. Marcarse ciertas metas pueden ser muy frustrante y siempre suelen ser materialistas, en muchas ocasiones inalcanzables.
Lo cierto es que la vida ya es el sueño más maravilloso que tenemos y crecer como persona debería ser el gran sueño.

Miguel dijo...

Muy bien dicho Ana. Poder seguir vivos un día más es el mayor don que tenemos. Y también aprovechar cada minuto de esa vida para seguir creciendo como personas.
Yo entiendo el "crecimiento personal" como un aprendizaje continuo, que, en un principio, repercute positivamente en mi forma de pensar, de sentir y de actuar, y que, posteriormente, de esas mejoras también se benefician las personas que tengo a mi alrededor.