Ayer fallecieron unas 145 personas, entre las que había mujeres y niños en su mayoría, a consecuencia de una estampida humana en el templo de Nanina Devi en el estado Himachal Pradesh (India).
Cerca de 3.000 peregrinos acudieron al lugar para celebrar el festival de Sharavan Ashtami cuando las vallas que rodean el recorrido cedieron; entonces el pavor se apoderó de los asistentes porque se rumoreaba que se estaba produciendo un desprendimiento de rocas en las montañas que rodean recinto.
No es la primera vez que leo una noticia sobre muertes colectivas en el marco de una celebración multitudinaria en la India donde las medidas de seguridad brillan por su ausencia. Me estremece pensar que volveremos a leer una luctuosa noticia como esta.
En esta ocasión, la causa de la muerte fue la avalancha humana que cercenó la vida de las víctimas. Sin embargo, el detonante fue el rumor que degeneró en pánico y provocó la estampida humana.
Cerca de 3.000 peregrinos acudieron al lugar para celebrar el festival de Sharavan Ashtami cuando las vallas que rodean el recorrido cedieron; entonces el pavor se apoderó de los asistentes porque se rumoreaba que se estaba produciendo un desprendimiento de rocas en las montañas que rodean recinto.
No es la primera vez que leo una noticia sobre muertes colectivas en el marco de una celebración multitudinaria en la India donde las medidas de seguridad brillan por su ausencia. Me estremece pensar que volveremos a leer una luctuosa noticia como esta.
En esta ocasión, la causa de la muerte fue la avalancha humana que cercenó la vida de las víctimas. Sin embargo, el detonante fue el rumor que degeneró en pánico y provocó la estampida humana.