Los que le conocieron dicen de él que amaba lo que hacía. Ted Kennedy fue un animal político que siguió los pasos de sus hermanos mayores y, hasta el final, mantuvo el espíritu demócrata en todas y cada una de sus actuaciones políticas. Ha desaparecido un icono de la izquierda pero, además, su falta supone el ocaso de una dinastía política que marcó la vida de los americanos durante décadas.