Pisó la alfombra roja como una estrella de cine entre el glamour de los flashes y el público e, incluso, firmó autógrafos. Sin embargo, de toda la puesta en escena lo que más me sorprendió fue una de sus declaraciones en las que aseguraba que "soy uno más". El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, obviamente, no fue un mero asistente al Festival de Venecia. Imagino a su versión conservadora, Silvio Berlusconi, quién piensa que los italianos quieren ser como él, envidiándolo por no haber sido él la estrella mediática.