Déjà vu a la italiana

Hacer una lista de los altercados del primer ministro italiano y magnate de las comunicaciones, Silvio Berlusconi, sería ocioso, aburrido y cargante. Leo el siguiente titular en la edición digital del periódico ABC: "Berlusconi tras el último escándalo: 'Amo la vida y a las mujeres' " . Ante tan espectacular afirmación de este político de talla internacional me resisto a continuar con el texto de la información porque amenaza con convertirse en una especie de déjà vu.

Mi instinto no falla y las primeras afirmaciones del italiano prometen seguir en una línea previsible y sin pizca de falta de autoestima. "Soy un anfitrión único, yo diría que irrepetible, alegre y lleno de vida: amo la vida y a las mujeres", Berlusconi dixit. Edificante. Me pregunto que cualidades tiene il cavaliere para obtener la confianza de sus compatriotas. Sigo sin entender como se pueden conciliar los intereses del hombre más rico del país con los de la mayoría de los ciudadanos.

Este amante de la vida y las mujeres me recuerda aquella canción de Julio Iglesias 'Soy un truhán, soy un señor'. Me temo que seguirá dando la nota. "Nadie a mi edad me hará cambiar de estilo de vida", asegura.