Despiste

Hay olvidos imperdonables como la fecha de un cumpleaños; fallos humanos que pueden llegar a provocar terribles accidentes o daños personales; errores que fastidian el trabajo de un día o descuidos que acaban convirtiendo en dulce un salado manjar; sin embargo, en ninguna de estas categorías osaría incluir el despiste burocrático de la Administración de Justicia de Estados Unidos que liberó a una terrorista por error.

Un despiste, que a Kathleen Ann Soliah, ex militante del Ejército Simbionés de Liberación, condenada por matar a una persona durante el robo de un banco y acusada de intento de homicidio por pretender colocar bombas en dos coches de policía de Los Angeles, le sirvió para ver adelantada la fecha de su libertad condicional en un año.

La vida de Soliah supera con creces a la más intrépida e inverosímil trama novelesca y así queda constatado en su atribulado currículum. Participó en el secuestro de la célebre Patty Hearts, nieta del magnate William Randolph Hearst. Después de estos hechos cambió su nombre. Se casó como Sara Jane Olson, tuvo tres hijas, vivió en Zimbabwe y tras regresar a EE.UU mientras disfrutaba de una vida absolutamente normal fue detenida.

Soliah, quién fue arrestada de nuevo por las autoridades, esperará entre barrotes hasta marzo de 2009, fecha en la que finaliza su condena.