El ministro de Industria, Comercio y Turismo ha marcado un hito en la historia de la clase política y, además, se ha convertido en icono, curiosamente, por no usar corbata en el Congreso de los Diputados. Miguel Sebastián con su gesto ha roto esquemas en coherencia con la norma que aplica en su ministerio.
Puede que el titular de Industria suscriba la popular frase de "el hábito no hace al monje". En cualquier caso, al margen de las reglas de protocolo su gestión política, con o sin corbata, es lo que realmente afecta a los ciudadanos. No sé hasta que punto podemos dilapidar el tiempo con detalles tan triviales.