lunes, 30 de octubre de 2023

Descubren en Italia cristales fotónicos que datan de hace 2000 años

Un equipo de científicos del Silklab de la Universidad de Tufts en Massachusetts halla cristales fotónicos que datan de hace 2000 años. Esta sorprendente revelación, que se produjo, por casualidad, durante una visita al Centro de Tecnología del Patrimonio Cultural del Instituto Italiano de Tecnología (IIT), sugiere la existencia de una forma temprana de nanotecnología, similar a los cristales fotónicos utilizados en el siglo XXI. Estos cristales, que en la actualidad se producen mediante procesos tecnológicos avanzados, estaban camuflados en fragmentos de vidrio de jarrones y botellas. 

Del vidrio roto a los cristales fotónicos

Los investigadores sostienen que los pedazos de vidrio roto se reorganizaron y recombinaron con minerales durante siglos para formar cristales fotónicos, que pueden bloquear ciertas longitudes de onda de luz y permitir el paso de otras. Los cristales fotónicos son tecnologías nanoscópicas que pueden filtrar y reflejar la luz de manera específica a nivel atómico. 

Los cristales descubiertos poseen propiedades similares a los nanomateriales fabricados hoy en día mediante procesos industriales complejos, utilizados en tecnologías fundamentales para la civilización, como sistemas de comunicación y equipos láser. El descubrimiento fue completamente fortuito y, como hemos indicado anteriormente, ocurrió durante una visita al Instituto Italiano de Tecnología de la forma más inesperada. Los científicos observaron un fragmento de vidrio romano brillante que se encontraba en una estantería y decidieron investigarlo. 

Este fragmento de vidrio fue recuperado cerca de la antigua ciudad de Aquileia en Italia. Estos cristales son estructuras atómicas ordenadas de forma precisa que provocan efectos ópticos únicos al filtrar y reflejar la luz. En la naturaleza, ciertos animales, como algunos tipos de peces, han evolucionado para producir coloraciones iridiscentes reflectantes gracias a estos cristales. 

El análisis detallado reveló que la superficie del vidrio contenía una pátina compuesta por estructuras llamadas "pilas de Bragg", capas alternas de sílice de alta y baja densidad que reflejan diferentes longitudes de onda de luz, creando un efecto dorado. Estos cristales fotónicos naturales tienen un enorme potencial tecnológico en el mundo moderno. 

Actualmente, se utilizan en la creación de láseres, filtros y espejos, y tienen aplicaciones en dispositivos anti-reflejo, esenciales para tecnologías de invisibilidad militar que permiten que aviones o vehículos eviten ser detectados por su reflejo de luz. El descubrimiento también ha abierto la puerta a nuevas posibilidades en el ámbito científico. 

Los investigadores sugieren que este hallazgo podría permitir cultivar materiales ópticos en laboratorios en lugar de fabricarlos, lo que podría revolucionar la producción y utilización de materiales ópticos en la tecnología moderna. Así, lo que comenzó como una curiosidad arqueológica de hace 2000 años podría convertirse en una parte fundamental del desarrollo tecnológico futuro en laboratorios de cultivo sintético.


Imagen: Cristales naranja. Pixabay

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